Cómo quitar el pañal a mi hijo

02/18/2021
como quitar el pañal

Control de Esfínteres – Cómo quitar el pañal

Cómo quitar el pañal a mi hijo es una pregunta que todos nos planteamos como padres en algún momento tarde o temprano. Este es un tema que genera mucha controversia y que además hace que, a raíz de él, entren en nuestra mente todo tipo de preguntas… “¿Cuándo quitar el pañal? ¿Cómo saber si mi hijo está preparado para dejarlo? ¿Cómo se hace?” Es decir, nos preguntamos cómo quitar el pañal a nuestro pequeño de la mejor manera posible.

A continuación, vamos a intentar ayudaros a resolver todas estas preguntas con la experiencia que hemos ido acumulando en nuestras escuelas infantiles. Pero lo fundamental que debéis saber es que NO EXISTE UNA REGLA ESPECÍFICA para hacerlo, CADA NIÑO/A ES DISTINTO, cada pequeño tiene un proceso y una evolución distinta por lo que es fundamental respetarlo y acompañarlos en el proceso. Lo que pretendemos a través de este artículo es contaros una serie de recomendaciones  para hacer que el control de esfínteres sea algo natural en vuestros hijos/as.

Así pues, lo primero que hemos de plantearnos es la siguiente pregunta:

 

¿Cómo saber si mi hijo/a está preparado para dejar el pañal?

Existen una serie de apreciaciones que nos pueden dar pistas acerca de su capacidad madurativa. Cuantas más logren mejor sabremos que están preparados:

  • Comprensión lingüística: Nuestro hijo/a debe mostrar señales de que nos entiende cuando le hablamos. Será imposible que nuestro pequeño vaya al baño sólo si no comprende los mensajes que se le está dando. Una buena muestra de una buena comprensión lingüística es, por ejemplo, que nuestro pequeño sea capaz de interpretar dos órdenes correlativas (directrices que comprenden dos acciones seguidas la una de la otra), por ejemplo, “coge el puzzle y dáselo a tu hermana”. No por ello tiene que saber hablar con fluidez, pero si comprender el mensaje que le estamos dando.

 

  • Hace sus necesidades en momentos lógicos y/o no mancha el pañal constantemente. Por ejemplo, si nuestro pequeño se levanta seco de la siesta, y justo al momento moja el pañal o los esfínteres cada vez son más espaciados en el tiempo, es señal de que estaba conteniéndose por lo que es un indicio de que está iniciándose en la moderación de ese proceso.

 

  • Es capaz de identificar si ha realizado sus necesidades en el pañal. Si el pequeño es capaz de no solo identificarlo, sino que además nos avisa verbalmente, es un muy buen indicador para pensar que está preparado.

 

  • Es recomendable también que la pequeña o el pequeño en cuestión sea capaz de bajarse/ subirse sólo los pantalones, faldas… ya que esto es un indicio de madurez que además hará que el proceso sea más gratificante y sencillo para ellos. Es por ello, por lo que os aconsejamos evitar los bodies, sustituyéndolos por camisetas interiores y emplear pantalones que sean cómodos y fáciles de subir y bajar en vez de leotardos, medias…

 

  • Conocimiento de su propio cuerpo, comprensión del orden, los espacios y sus contenidos específicos. Con todo esto nos referimos a que nuestros hijos e hijas han de identificar sus partes corporales aprendiendo las diferencias entre los niños y las niña. Al igual que han de saber diferenciar entre la caca y el pipí, que por muy raro que suene no siempre esto sucede y es uno de los principales pasos para enfrentarse a este aprendizaje. En cuanto al orden hacemos referencia a que, por ejemplo, nuestro pequeño sepa dónde va su ropa, cómo se ordenan sus juguetes y dónde tiene que dormir y hacer sus necesidades. Esto es necesario ya que ha de conocer el lugar donde se harán sus necesidades y los útiles que va a utilizar y va a necesitar (orinal, papel/toallitas húmedas, WC…)

 

  • Otra muy buena pista es observar si se ha iniciado en la imitación de los mayores, si tiene curiosidad por ver qué hacemos en el baño. Si por ejemplo nuestro peque se interesa por hacer cosas de mayores y las hace (desayuna en vaso como sus padres, intenta ponerse los zapatos…), es muy buena señal. De alguna manera nos está diciendo que quiere crecer y quien mejor que vosotros, su gran mayor persona de referencia, para enseñarles a hacerse mayor y ver de vosotros cuál es el proceso tanto si lo hace mamá como papá.

 

¿Cuándo quitar el pañal a mi hijo?

Una vez que nuestro pequeño ya muestre varias señales que nos dicen que está preparado para lograr el control de esfínteres, nos plantearemos cuando empezamos.

El momento idóneo depende de muchas variables… La disponibilidad de los padres para hacerlo, la opinión de la maestra, la opinión vuestra sobre vuestro hijo… entre otras muchas, pero entre todas ellas nosotros recalcamos la madurez y el proceso evolutivo en el que se encuentre vuestro pequeño/a. Bien es cierto que en España las normas sociales impuestas hacen que, cuando vayan al colegio ya hayan controlado este proceso y dejan de lado este criterio fundamental, por lo que podríamos decir que de alguna manera se “les fuerza” a que sobre los 3 años han de controlar el proceso. La mayoría de los pequeños suele hacerlo sin muchas complicaciones, pero si tu peque aún no ha sido capaz de lograrlo pide ayuda a un especialista, pero ya verás que, salvo algún problema mayor, sólo es cuestión de tiempo que alcance la madurez psicológica y fisiológica para conseguirlo.

Lo recomendable y nuestro consejo es que tratéis el tema con nuestras educadoras antes de iniciarlo, ya que todas ellas gozan de una importante experiencia acerca del tema y os pueden ayudar a lo largo de todo el proceso y daros pistas para cercioraros de si creen que de verdad vuestro hijo está preparado u os recomiendan empezar un poco más tarde. También, en ocasiones, serán las propias educadoras quienes os animarán a empezar con el proceso y, siempre que vosotros estéis de acuerdo, así lo haremos.

Como línea general, hay algo que debéis tener claro, NO existe una época del año acertada para quitar el pañal. Si bien es cierto que la mayoría de la gente suele hacerlo cuando empieza el buen tiempo debido a que la situación climatológica hace que se eviten resfriados (porque puedan coger frío al tener que cambiarles constantemente) y que la vestimenta de las épocas de temperaturas agradables es más fácil y sencilla de manejar para nuestros pequeños y para nosotros mismos.

La mayoría de las veces se trata de una decisión tomada en base a la comodidad, pero fisiológicamente, nuestros pequeños no entienden de conceptos temporales como son las estaciones, por lo que cualquier momento del año es bueno mientras nuestro pequeño se muestre preparado.

También es conveniente que este proceso no se mezcle con otro como la retirada del chupete, dormir solito… ya que es mejor que vaya cumpliendo hitos y tenga un buen proceso y culminación de cada uno de ellos.

Para ir tanteando la posibilidad, es bueno que en casa le vayas sentando en momentos puntuales como al levantarse, antes de acostarse… se trata de ir naturalizando y conociendo lo que es el WC, el baño, el orinal… Si no quiere sentarse, NO HAY QUE FORZAR, coméntaselo a tu educadora y ella te explicará como abordar por otro lado el tema, puedes leerle cuentos, apoyarte en algún amiguito o a miguita que ya baña al baño, etc.

 

Prepararse para el proceso

Hay una serie de elementos que vamos a necesitar fundamentalmente y otros que dependerán de vuestras necesidades, pero de maneral general los elementos que necesitaréis serán los siguientes:

  • Orinal y/o reductor para el WC: depende de la comodidad preferencia de nuestros peques. La mayoría empieza en el orinal y después pasa al wc pero no necesariamente tiene que ser así. Simplemente es cuestión de su preferencia.

Bien es cierto que, si va a utilizar reductor, aconsejamos un pequeño escalón o escaleritas adaptadas para que le sea más cómodo.

 

  • Pañales tipo calzoncillo o braguita: esto dependerá un poco del gusto y opinión de los adultos. Nosotros, por ejemplo, como educadoras, algunas os recomendamos que empecéis a utilizarlo cuando intuimos que nuestros peques están preparados y vamos probando en las aulas cuando van los pequeños al aseo (antes de que se lo quitéis en casa). También hay posturas que dicen que la utilización de estos puede confundir a los pequeños ya que siguen notando que la textura es de pañal. Sea como fuere, se trata de una decisión que simplemente habréis de tomar, no es malo ni bueno y nos aventuraremos a decir que todo es probar. Lo cierto es que es un tipo de pañal intermedio que tiene una cintura elástica que permite realizar la transición y permiten al pequeño bajarse y subirse el pañal sólo.

 

  • Pegatinas o pequeñas recompensas para motivar y hacer mejorar sus resultados en el proceso de la retirada del pañal. Aunque, hemos de decir, que este refuerzo positivo habrá de ir retirándose a medida que lo logre porque la recompensa ha de ser la propia satisfacción de haber alcanzado el proceso y sentirse mayor. Hemos de confesar que esto les motiva muchísimo, basta con un sellito o una carita sonriente en la mano, es más, no tiene por qué ser nada material, sino que podéis hacerle de cenar su plato favorito, podéis reunir puntos para ir a algún parque especial, etc.

 

Existen una serie de libros sobre el tema para motivarles/enseñarles el proceso, os dejamos algunos ejemplos;

  • ¿Puedo mirar tu pañal?
  • Operación “Fuera pañales”
  • ¡Tengo pipí!
  • Perrito tiene mucha prisa.
  • El orinal de lulú
  • El libro de los culitos.
  • ¡No hay nada!
  • Pepe y Mila tienen mucha prisa
  • Funda de colchón impermeable. 

 

¿Como quitar el pañal a mi hijo?

Sobre la manera de proceder os vamos a dejar de manera resumida una serie de consejos:

 

  • Hablaremos con nuestro hijo/a acerca de que vamos a iniciar el proceso.

Puede que no nos comprenda completamente sobre el gran cambio que está a punto de acontecer, pero es fundamental que nos sentemos con ellos y les expliquemos que, como ya es mayor, va a comenzar a utilizar braguitas/calzoncillos como mamá y papá. Es más, es incluso hasta positivo que vayáis juntos a comprar la ropa interior para motivarles en el proceso.

También les explicaremos que, para dormir, como aún es más difícil, se los pondremos, pero sólo para este momento del día.

También es importante que vean cómo se hace y quién mejor que vosotros para explicárselo de la manera más natural. Tienen que comprender todo el proceso desde levantar la tapa hasta tirar de la cadena.

 

  • Si decidimos quitar el pañal, lo quitamos sin excepciones. Solamente lo pondremos en la siesta y para dormir.

Si por un casual lo quitamos, pero resulta que vamos a un Centro comercial y se lo ponemos, pero luego al día siguiente se lo quitamos de nuevo, lo único que haremos será afectar al niño, generando en él incomprensión y confusión. Una vez iniciado el proceso es fundamental no retroceder, hay que ser consecuentes con la decisión tomada. No obstante, no quiere decir que algún padre/madre en alguna ocasión se haya adelantado mucho y no quede más remedio, pero no es lo ideal ni lo habitual si se ha tratado el tema y hablado con algunas de nuestras profesionales.

Bien es cierto que, en el momento de descanso, nuestro pequeño no es capaz de controlar el esfínter hasta más adelante, por lo que es recomendable ponérselo, pero como previamente ya hemos hablado con ellos conocerán esta pauta, nada más levantarse irán al baño y se les retirará el pañal.

  • El proceso de aprendizaje de la retirada del pañal se inicia en casa. En vuestro hogar es donde vuestro hijo/a se siente mucho más cómodo y seguro, además estáis vosotros sus principales personas de referencia y la atención que recibe es exclusiva. Lo recomendable es que el proceso se inicie en un fin de semana largo o algún puente. Al inicio del proceso son muchos los escapes que puede tener los primeros días y es necesario que el pequeño se encuentre cómodo, seguro y arropado por sus familiares.

 

  • Aprender a identificar las señales del niño (en caso de no pedirlo) si se empieza a poner nervioso, a tocarse… Lo sentaremos en el WC, dejarlo durante 2 o 3 minutos y levantarlo, aunque no haga.

Nadie mejor que sus padres para saber cuáles son las costumbres de nuestros pequeños, los espacios donde suelen hacer sus necesidades incluso las posturas y los horarios en determinados casos. Es recomendable aprovecharlos para invitarle a ir al baño.

  • Al principio es aconsejable llevarlo cada 20 30 minutos, aunque cada familia ira marcando el ritmo y la manera de hacerlo.

Esto es algo que en casa debéis de fijar ya que en nuestros centros tenemos una rutina establecida para ir al aseo y suele ser más fácil para nosotros. Lo ideal es sentarlos, aunque no hagan nada, pero que por lo menos se vayan acostumbrando y en una de esas veces seguro que lo logrará.

Podéis utilizar remedios caseros como abrir el grifo, dejarles un cuento mientras estén sentados para que estén más tranquilos y de alguna manera se relajen y lo consigan.

Es muy importante que, si lo hace bien, reforcemos esta conducta. Como solemos decir nosotros “le hacemos una fiesta”, ya que a ellos esto le sirve muchísimo como motivación para querer repetir la acción. Si no hace nada, es fundamental no regañar y mostrar paciencia y comprensión, “no pasa nada a la siguiente vez lo lograrás”. Estamos en un proceso de aprendizaje, no puede cogerle miedo ni causarle frustración.

Lo normal es que, en el proceso, como es lógico, los primeros dos o tres días tengan numerosos escapes. Hay que intentar llevarlos siempre al baño para que ellos sepan cuál es el lugar idóneo para realizar la acción y que, una vez se hayan manchado/mojado, participen, incluso si son capaces de hacerlo por si mismos, se cambien y aseen “solitos”. Esto les sirve para interiorizar los procesos, aprender las consecuencias de la acción y mejorar su autonomía, no se han de cambiar como castigo sino como un proceso más de cuando están sucios.

Como algo que suele pasar de manera general, aunque como todo, cada niño es un mundo, es que sean capaces de controlar antes el pis y posteriormente las deposiciones. También en ocasiones pueden producirse estreñimientos ocasionales que podéis intentar solventar de manera natural mediante zumos o hablar con vuestro pediatra si el problema persiste.

  • Por último, retira el pañal de las siestas y posteriormente el de la noche. Para nuestros pequeños es mucho más difícil controlar el esfínter cuando están dormidos, ya que aquí intervienen otros procesos más complejos. Lo ideal es retirar el de la siesta ya que el tiempo de sueño es menor y, si justo se les pone antes y después de dormir, puede controlarse de manera más fácil. Por último, se procederá al de la noche, ya que les cuesta mucho más y es normal que se demore bastante, aunque haya conseguido controlar los esfínteres durante el día.

Para finalizar, y a modo resumen, consideramos necesario remarcaros varios aspectos que son fundamentales:

  • NO iniciar este periodo prematuramente, es mejor esperar que quitar un pañal de manera prematura.
  • Habla con nuestras docentes, ellas te asesorarán en el proceso.
  • Ármate de paciencia y comprensión es un proceso más de aprendizaje.
  • Siéntales frecuentemente, aunque no hagan nada.
  • Nunca regañes y siempre refuerza la acción de manera positiva.
  • Respeta su proceso, es sólo cuestión de tiempo.

¡Ánimo familias!

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