Como manejar LAS RABIETAS de nuestros hij@s
Cómo manejar las rabietas de nuestros hij@s es un gran reto para nosotros como padres. Ese momento en el que nuestro pequeñ@ entra en llanto y no atiende a razones, creando todo tipo de espectáculos. Esta es una situación en la que todos nos hemos visto y hemos sentido esa impotencia de no saber cómo y qué hacer.
Entonces…que ocurre si ya he aplicado lo tratado en el anterior artículo de como evitar una rabieta de nuestros hijos, y aun así, nuestro nene/a tiene ganas de una buena pataleta, ¿Qué nos queda? Pues ahora lo que debemos hacer es centrarnos en la siguiente pregunta:
¿Cómo manejo la rabieta de mi hijo?
Lo primero a tener en cuenta, es dónde está nuestro hij@ haciendo de las suyas…Lógicamente no es lo mismo actuar en la tranquilidad de nuestra casa, que por ejemplo en un restaurante.
La manera de actuar es bastante común, independientemente de donde nos encontremos. Lo único que se debe tener en cuenta, por nuestra tranquilidad principalmente, es qué si nuestro pequeñ@ actúa en un restaurante, tienda, cine, o supermercado, debemos sacarlo de ahí, esperar a que se calme y volver a entrar.
Esto va dirigido especialmente a nosotros, ya que nuestra frustración con nuestro hij@ será exponencialmente superior si sentimos que todo el restaurante nos esta juzgando. No podremos ayudar a nuestro hij@ ni actuar con lógica si no estamos nosotros como padres en un correcto estado mental.
Una vez aclarado este asunto ¿Cómo debo actuar ante una rabieta?
Hay numerosas opiniones de como actuar, de que hacer, o cuando hacerlo. Cada hij@ es un mundo y somos nosotros como padres, los encargados de encontrar esa pepita de oro que nos haga controlar a nuestro hij@.
A continuación trataremos los puntos que consideramos más importante y que más nos han servido a nosotros en Don Pablito a lo largo de los años..:
- Debemos mantenernos firmes y no ceder. En nuestra mente debe estar muy claro el por qué actuamos de una manera con nuestros hij@s. Si por ejemplo. decidimos quitarle un juguete por algún motivo, y entra en llanto, debemos tener el suficiente aguante como para controlar la rabieta sin devolverle el juguete que merecidamente le hemos quitado
- Es importante que nuestro hijo no nos note alterado, levantando la voz o perdiendo el control. La tranquilidad nuestra provocará que la rabieta del peque sea mucho menor que si nos siente frustrados. Simplemente debemos tener muy interiorizados que le quitamos el juguete por el bien de él/ella, y nunca vamos a cambiar de opinión
- No es del todo malo que nuestro hijo desahogue y exprese sus sentimientos. Dejarle llorar un tiempo le agotará y nos será más fácil acercarnos a él. Cada 2-3 minutos, debemos acercarnos a nuestro hij@, arrodillarnos para ponernos a su altura y con la voz calmada y serenos, decirles: Cuando te calmes hablamos cariño, o avísame cuando se te pase…Posiblemente siga en su enfado, y nosotros como padres, dejamos pasar otros 2-3 minutos y volvemos a intentarlo.
Con esto, conseguimos no ceder, que nuestro hijo vea que no va a ganar esta batalla, pero también percibirá que sus papis, aun con el espectáculo que esta montando, le siguen queriendo y tratando con cariño, lo que reducirá su agresividad con mayor rapidez y se lo pensará dos veces la próxima vez que quiera gritar y llorar.
- No debemos darle demasiadas explicaciones ni intentar razonar excesivamente con ell@s. Muchas veces en más útil darle explicaciones cortas y sencillas en un tono calmado que alargar una explicación que no van a escuchar…Podemos decirle: el juguete no te lo puedo dar porque le has pegado a tu hermano…y fin¡¡
- Si van pasados 10-15 minutos del fabuloso espectáculo de nuestro hijo, es hora de intentar buscar una alternativa que le haga olvidarse de su enfado. Muchas veces, cuando ya pasa tanto tiempo desde el inicio de su rabieta, ni ellos mismo saben el porque se enfadaron. Es ahí donde, nosotros como padres, desde nuestra tranquilidad y serenidad tenemos la opción de buscar una alternativa que despeje a nuestro hijo.
Si le hemos quitado el juguete, NUNCA se lo vamos a devolver, pero si podemos acercarnos y decirles…¿cariño quieres que nos duchemos? ¿O que te apetece cenar? Con eso conseguimos que se olvide de su batalla perdida, y vuelva a conectar positivamente con nosotros como padres.
- Es importante que no utilicemos nuestras armas de adultos para intentar calmarlos. El chantaje es algo que a menudo usamos contra nuestros hij@s para intentar dar por ganada una batalla. Esto, es interpretado por nuestros hijos de manera confusa, lo que provoca que pueda agravar la situación y nos aleje aun más de ell@s.
Volviendo al ejemplo del juguete…Nuestro peque lleva 10 minutos de llantos, por lo que empezamos a perder la paciencia. El decirle que como no se calle, se quedará sin cenar, o sin ir al parque, o no volveremos a jugar con el en 2 semanas, será interpretado por ellos como algo sin sentido y será un motivo para ellos más que suficiente para seguir en su pataleta.
Si lo pensamos fríamente, ¿Qué tiene que ver la cena con el enfado? ¿Si mi papá ya pensó que por pegarle a mi hermana pierdo mi juguete…que más he hecho para quedarme sin cenar? Es importante no mezclar temas complejos en la mente de un niño de apenas 1, 2 o 3 añitos.
¡¡ Yolanda nos cuenta alguna de las pataletas que han tenido sus hijos ¡¡
Esto son algunos consejos que como educadora con más de 37 años de experiencia en el cuidado de los más pequeños he sacado en claro. Deciros que, aun con esas batallas y retos que nos dan nuestros hijos, es una etapa preciosa que pasará, y cuando menos te des cuenta, estará pidiéndote ir con los amigos a comer o al cine, y ese pequeño de 3 años ya no volverá más, ya será todo un hombrecito o una preciosa mujer. Disfrutad de vuestros pequeños, no le deis tanta importancia a cosas que no las tienen e intentar disfrutar de ellos lo máximo posible¡¡¡ Son Tod@s fantásticos y buenísimos ¡¡
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